
La tierra no tiene millones de años
Explosión cámbrica
La Explosión Cámbrica ha confundido a los expertos en paleontología y geología durante siglos. ¿Cómo es posible que todos estos animales asombrosamente complejos aparecieran de repente en el registro fósil sin ninguna forma precursora en las capas inferiores del Precámbrico?
Muchos afirman que se produjo una ‘Divergencia Profunda’ en las capas inferiores del Precámbrico que provocó el surgimiento de todos los organismos revelados en la Explosión Cámbrica.
Aunque se trata de un razonamiento lógico para el modelo evolutivo y la decencia de las especies, carece de toda prueba científica sustancial.
Los fósiles del Precámbrico se limitan a rastros de gusanos y organismos microscópicos, cualquier cosa más allá de esta realidad no parece ser más que una fantasía.
Algunos geólogos y biólogos evolutivos cuestionan la Explosión Cámbrica y afirman que no fue tal como se evidencia.
Argumentan que la vida debe haber surgido a lo largo de eones de tiempo que se remontan a capas precámbricas de muchos miles de millones de años de antigüedad.
Estas afirmaciones no aportan pruebas geológicas ni fósiles.
Las pruebas reales del Precámbrico se limitan quizá a rastros de gusanos (probablemente formados al excavar a partir de animales del Cámbrico) y organismos microscópicos como esponjas diminutas y algas.
Con la falta de pruebas precámbricas, los divulgadores evolutivos dibujan literalmente ilustraciones fantasiosas para que por medio del arte prueben la geología.
Para detallar árboles genéticos imaginarios sobre cómo la vida debió evolucionar a partir de estos organismos microscópicos llamados divergencia profunda hace quizá ‘miles de millones de años’.
De ahí que animales como el increíble trilobite no surgieran «de repente» en el Cámbrico, sino que existieran formas «similares al trilobite» mucho antes, en el Precámbrico.
Algunas especies como los estromatolitos empezaron a divergir hace quizá más de mil millones de años.
Argumentando que antiguas formas de vida «novedosas» como las cianobacterias existieron hace quizá 3.500 millones de años con 2 millones de pares base de ADN, podemos comprender plenamente que inclusive desde esa época la complejidad era demasiado elevada.
A partir de estas criaturas microscópicas divergieron todas las demás formas de vida.
Tal teoría tiene sentido dentro de los perímetros de las líneas temporales y los mecanismos de evolución previstos, por lo que, con pruebas o sin ellas, tal divergencia profunda en el Precámbrico debe ser cierta.
El único problema de esta teoría de la Divergencia Profunda son las pruebas… o más exactamente, la ausencia de pruebas fósiles, lo que nos muestra que la narrativa científica es necesaria para que la teoría continue teniendo sentido.