Energía

En las células actuales, el principal suministro de energía lo proporciona el ATP que funciona de forma similar a una batería recargable.

El ATP produce alta energía que permite la síntesis de proteínas y, en realidad, casi todo lo que funciona dentro de la célula. La célula depende de un suministro preexistente y renovable de ATP.

Paradójicamente, el ATP se compone de proteínas sintetizadas únicamente por ATP preexistente.

El ATP se sintetiza (genera) mediante el código informativo proporcionado por el ADN y construido dentro de la célula viva.

La función del ADN requiere la energía del ATP para construirlo. Por lo tanto, surge una paradoja: ambos son codependientes entre sí para ser completamente funcionales desde el principio. Entonces, ¿cual se formó primero?

Las máquinas moleculares requieren energía y la obtienen del motor más diminuto del universo, llamado sintasa ATP. Este motor no puede construirse sin la información necesaria para construir la estructura proteica presente en el ADN y, por supuesto, el ADN no puede funcionar sin la energía suministrada por el ATP.