La puerta oriental

Luego me hizo volver por el camino de la puerta del santuario exterior que mira hacia el este; estaba cerrada.  Entonces el Señor me dijo: «Esta puerta estará cerrada, no se abrirá, y nadie entrará por ella; porque el Señor , Dios de Israel, ha entrado por ella; por tanto, estará cerrada.  Es para el príncipe; el príncipe se sentará en ella a comer delante del Señor ; entrará por el camino del pórtico de esa puerta y saldrá por el mismo camino». Ezequiel 44:1-3    

La «Puerta Dorada» se encontró en el muro oriental de Jerusalén y representa una sólida evidencia profética de la autenticidad de la Biblia. La Puerta Oriental era solo una de las once puertas de entrada a la ciudad. Observe en la foto superior que esta puerta está sellada. Fue sellada en el siglo XVI d. C.

Un poco de historia sobre la Puerta Oriental de Jerusalén: La Puerta Oriental fue amurallada por sus conquistadores musulmanes (los turcos otomanos) en 1530 d. C. Observe también el cementerio que se erigió frente a ella. Esto se hizo para impedir la entrada del Mesías judío por esa puerta, como predijeron las profecías bíblicas del Antiguo Testamento.

Sin embargo, Ezequiel profetizó el cierre de esta puerta alrededor del año 600 a. C., que se cerraría “porque el SEÑOR (Yahvé), el Dios de Israel, ha entrado por ella; por tanto, estará cerrada”.

Jesús entró en Jerusalén por la puerta oriental alrededor del año 30 d. C. (mucho antes de que fuera cerrada por los otomanos) cuando descendió del Monte de los Olivos y entró en el templo según nuestra comprensión de Lucas 19:28-48.

Habría entrado por la puerta original de la muralla, que fue destruida junto con la ciudad por los romanos en el año 70 d. C. Ezequiel afirma, respecto a esta puerta cerrada, que el «Príncipe» (como se suele llamar al Mesías en el Antiguo Testamento y a Jesús, como se le llama en el Nuevo Testamento) entrará de nuevo. Jesús, tras haber entrado en la ciudad, dijo que no volvería a ser visto hasta que Jerusalén lo reconociera (Mateo 23:37-39).

Actualmente, los árabes consideran la Puerta Oriental como su propiedad especial. Está sellada y bloqueada. Sin embargo, un día, el Mesías desembarcará en el Monte de los Olivos con todos sus santos y caminará hasta la Puerta Oriental, atravesándola, para entrar en el área del Templo.