Proceso rápido

Catástrofe divina

Rápido proceso

El naturalismo no esperaba que se descubriera ningún organismo de cuerpo blando como fósil porque imaginaba procesos lentos y graduales para toda formación de fósiles.

Sin embargo, se han encontrado fósiles de animales blandos. Se ha descubierto que los fósiles pueden formarse rápidamente y bajo condiciones catastróficas repentinas. 

Los paleontólogos han hallado más de 1.500 fósiles de animales marinos de cuerpo blando, algunos de los cuales datan de hace casi ‘500 millones de años’. 

Se creía que los fósiles se formaban mediante procesos lentos y graduales como los que se observan en el presente. 

Hoy en día, muchos científicos han admitido que los fósiles se forman en casos de inundación y que a menudo se debe a que los organismos quedan atrapados bajo sedimentos masivos con gran rapidez.

La paleontología actual ha descubierto grandes cantidades de fósiles de cuerpo blando, como las medusas. 

Otras pruebas de que los fósiles se forman rápidamente y no mediante lentos procesos graduales son los fósiles de peces que se fosilizan mientras están comiendo y los dinosaurios inmóviles en una batalla. 

Fósiles en un día

La tafonomía es un campo dentro de la paleontología que estudia los procesos químicos y físicos de descomposición y fosilización. Los científicos que han creado este proceso saben que el calor y la presión son ingredientes especialmente necesarios para formar fósiles.

Hay mucha presión sobre los sedimentos profundos y además del calentamiento asociado con esto, también hay muchos flujos de lava a lo largo del registro fósil.

Para imitar experimentalmente el proceso de fosilización, los tafonomistas han comenzado lo que llaman experimentos de maduración. 

Estos a menudo implican colocar un espécimen orgánico (por ejemplo, una hoja o una pluma) en una pequeña cápsula sellada y luego calentar y presurizar el contenido. Estos experimentos están destinados a acelerar la tasa de degradación química y acortar el tiempo para la formación de fósiles.

En el artículo de Paleontología, los investigadores observaron que los experimentos de maduración tradicionales enfrentan cambios. Uno de los más significativos de estos es que las moléculas lábiles (sustancias relativamente inestables que cambian o se descomponen fácilmente) y las moléculas volátiles (aquellas que se evaporan fácilmente) que deberían perderse durante la maduración, pero en cambio son atrapadas dentro de la cápsula de retención. Como resultado, un espécimen orgánico puede convertirse más en un “budín” suave y esponjoso que en algo parecido a un fósil.

Así que estos tres científicos decidieron adoptar lo que llamaron un enfoque “novedoso”. Primero enterraron los especímenes orgánicos dentro de arcilla compactada, y luego aplicaron presión para hacer una “tablilla” de arcilla con el espécimen dentro. Luego, estas tablillas se colocaron dentro de las cápsulas.

El propósito era explorar más cercanamente lo qué es estable y lo qué es móvil—lo qué es atrapado en el espécimen compactado y lo qué se escapa al sedimento. Ellos llamaron a esto “compactación inicial del sedimento, seguida de maduración [temperatura y presión]”.

Los resultados fueron fascinantes. De acuerdo al artículo de Science Alert, las plumas de aves, hojas, resina y otras sustancias fueron “espectacularmente bien preservadas”. Cita al autor principal, Saitta, diciendo:

Estábamos realmente emocionados. … Parecían fósiles reales—había capas oscuras de piel y escamas, los huesos se oscurecieron. Incluso a simple vista se veían bien.

El artículo de Paleontología argumenta:

En este procedimiento, el sedimento poroso permite que los productos de descomposición de la maduración escapen al sedimento y a la cámara de maduración, mientras que los componentes recalcitrantes e inmóviles están contenidos, imitando más de cerca las condiciones naturales de fosilización

En pocas palabras, “las moléculas inestables… se filtran en el sedimento, en lugar de convertir todo el fósil en budín”.

Su artículo continúa explorando la utilidad de este enfoque y sus implicaciones para explicar los numerosos fósiles excepcionalmente preservados en el registro de rocas (su origen es un tema de gran debate entre los expertos).

Sin duda, estos aspectos merecen una mayor exploración. Pero es igualmente importante que la investigación realizada resalte la importancia de los sedimentos en la formación de fósiles.

En primer lugar, los científicos confirman que los sedimentos desempeñan un papel importante en la eliminación de moléculas inestables y volátiles que, de otro modo, impedirían la fosilización.

En segundo lugar, sus resultados resaltan la necesidad de estudiar más a fondo el sedimento (cuáles son sus orígenes, qué tan abundante es el sedimento, movimiento y deposición de sedimentos) porque se necesitan sedimentos depositados rápidamente para inducir la presión necesaria.

Después de muchas décadas de medir las cargas de sedimentos y las tasas de sedimentación en todo el mundo (parte de mi propio campo de interés profesional), descubrimos que en todos los entornos climáticos son notablemente bajas. Los depósitos instantáneos de los ríos desbordados suelen tener sólo milímetros o centímetros de profundidad, no los metros o decenas de metros necesarios para inducir presión y acelerar la degradación química.

En resumen, los actuales procesos superficiales de erosión y deposición de sedimentos no pueden explicar los miles de millones de fósiles encontrados en todo el mundo. 

Lo que se necesitaba era una inundación de una magnitud sin precedentes, capaz de proporcionar una enorme cantidad de sedimento en un corto período de tiempo.


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