Tejido blando en fósiles de dinosaurios

Cuando se utiliza el término «tejidos blandos» se pretende describir la carne o, más concretamente, las estructuras moleculares de los organismos vivos compuestas de proteínas. 

Estas proteínas se descomponen, por tanto sólo son detectables durante miles de años.

 Por eso, cuando se encuentran en fósiles que se supone que tienen millones de años, surge un dilema:

Una de las variables es errónea, ya sea la descomposición de las proteínas, lo cual está basado en experimentación real o la edad del fósil de dinosaurio basado en suposiciones, ver datación radiométrica para más contexto.

«Dado que los fósiles llevan millones de años por ahí, nadie esperaba que contuvieran tejido blando. De hecho, los estudios de laboratorio parecen indicar que el tejido blando se descompone en cuestión de 50 semanas aproximadamente.»

Amanda J. Kear, Derek E. G. Briggs y Desmond T. Donovan, Decadencia y fosilización de tejidos no mineralizados en cefalópodos coleoideos Paleontología , 38:105-131.

Maria McNamara y sus colegas estaban examinando un fósil de salamandra que se supone que tiene 18 millones de años. 

Se sorprendieron al encontrar tejido muscular muy bien conservado en el hueso.

Muestran que las características del tejido blando son todas muy similares a las del tejido muscular de las salamandras modernas, y las pocas diferencias que existen son probablemente el resultado de una «descomposición inicial limitada». 

He aquí una parte de lo que escriben en su resumen:

El músculo se conserva orgánicamente, en tres dimensiones, y con la mayor fidelidad de conservación morfológica documentada hasta ahora en los registros fósiles… Las ligeras diferencias entre los tejidos fósiles y sus homólogos en los anfibios actuales reflejan una degradación limitada durante la fosilización…

De hecho, lo verdaderamente notable de este hallazgo es que el tejido blando ni siquiera estaba dentro del hueso. En los hallazgos de Schweitzer, el tejido blando se encontraba dentro del hueso, lo que al menos proporcionaría cierto nivel de protección frente a todos los agentes químicos y biológicos que degradan el tejido blando.

Sin embargo, este tejido blando tan bien conservado estaba encima del hueso, expuesto al sedimento.

Los procesos químicos y físicos limitan la duración de la desintegración en materiales observables como el músculo, el colágeno, los vasos sanguíneos y los glóbulos rojos.  

La primera opción es que se conserven de forma asombrosa durante millones de años, y que la conservación de estos materiales, incluso en las condiciones controladas más óptimas, como la congelación o la refrigeración, no pueda durar más de uno o dos decenios. 

Lo cierto es que el método de datación es completamente erróneo. 

Sencillamente, estas muestras no tienen millones de años, ni siquiera un millón, sino miles de años, y la conservación sigue de tejido blando siendo asombrosa y el claro indicativo de la real datación del fósil que coincide con los demás descubrimientos en otras áreas de la ciencia, que indica que la tierra es joven.