Reciente

Muchas religiones dicen seguir las escrituras que Dios mismo ha redactado a travéz de sus profetas, acerca de esta afirmación puede ser cierta, porque los instrumentos no hicieron lo que se ha fabricado, es quien estuvo detrás la mente maestra, de esa misma forma Dios pudo usar a las personas elegidas por él para que sus manos fueran las que escriban su mensaje pero que ellos estaban siendo guiados en su ser por Dios mismo, en cada letra. 

Volviendo al tema de que si el mensaje existe recientemente, esto sucede en muchas religiones con millones de seguidores actualmente, cuyas escrituras primordiales se basan en textos recientes que les han sido confiados a ellos y que dicen que Dios mismo es el quien lo redactó a travéz de sus profetas. 

Si esto fuera cierto, quiere decir que Dios antes de que este suceso pasara, no había redactado ningún mensaje, lo cual nos lleva a pensar ¿y que sucede con los que existieron hace miles de años? ¿estaban sin rumbo y sin conocer la verdad de su mensaje? 

Es cuando los que afirman que su mensaje es reciente dicen que en realidad estos son complementos de su mensaje anterior ya de hace milenios. 

Lo cual también nos lleva a pensar ¿Dios no era capaz de dejar un mensaje atemporal? para que necesitaría una actualización si está presente en todos los tiempos y peor aún, este nuevo mensaje difiere con el mensaje antiguo ¿es que Dios cambió de parecer? 

La respuesta es que el mensaje no pudo ser reciente porque Dios también necesitaba darlo a conocer a las personas antiguas, por ende que existan textos recientes de hace cientos de años que afirmen ser su complemento, resultan en que no es cierto porque la barrera de su mensaje atemporal y perfecto así se lo impide. 

Esto quiere decir que aún si fuera cierto, este nuevo complemento del mensaje milenial tiene que ser coherente con el antiguo, y eso no es lo que sucede cuando se pueden nombrar ejemplos de textos recientes que dicen ser de Dios, cuando en realidad solo forman parte de aquellos que son usados para confundir, alejar a las personas de su real propósito y la forma de reconocer estos sucesos está en el mensaje original, porque Dios ya sabía que harían eso y nos ayuda a reconocerlo mucho antes de que suceda.