
El Coliseo se construyó con tesoros del Segundo Templo
Las obras de reparación del famoso Coliseo, el primer anfiteatro de piedra de Roma, debían comenzar en diciembre de 2012 y podrían albergar a más de 50.000 espectadores para sus combates de gladiadores, cacerías de animales y sacrificios cristianos.
El proyecto, que concluyó a mediados de 2015, consistió en la limpieza y rehabilitación de la conocida fachada porticada, la construcción de un centro de servicios y la reconstrucción de diversas galerías y áreas subterráneas.
Lo más importante, y que debe demostrarse, es la evidencia arqueológica de que el Coliseo se construyó con tesoros del Segundo Templo.
El Coliseo se llama así desde aproximadamente el siglo VIII DC., en referencia a una estatua colosal del infame emperador Nerón que se alzaba cerca.
De hecho, el nombre original de la estructura fue Anfiteatro Flavio, en honor a los emperadores de la dinastía Flavia que lo construyeron a finales del siglo I DC: Vespasiano, Tito y Domiciano. (El historiador judío Flavio Josefo adoptó el apellido del emperador cuando este pasó a estar bajo el patrocinio de Vespasiano).
La evidencia arqueológica revela que una inscripción oculta en el propio Coliseo indica que la construcción del anfiteatro se financió con el botín obtenido durante la Revuelta Judía.
Vespasiano enfrentó un déficit importante al convertirse en emperador; sin embargo, el botín de guerra de Judea —las riquezas del tesoro del Segundo Templo, los vasos de oro del Templo, los tesoros individuales confiscados a los judíos y la venta de los propios esclavos judíos— proporcionó una enorme riqueza al emperador y al ejército saqueador comandado por su hijo Tito.
Por esta razón, la conquista de Judea financió la estructura más identificable de la Roma imperial.
La inscripción de Lampadio es muy importante debido a que fue esculpida sobre un bloque que ya tenía un grabado previo de letras de bronce. Estas letras dejaron agujeros en el mármol, los cuales fueron descifrados.
Se descubrió que el grabado de bronce celebraba la dedicación inicial del anfiteatro por Vespasiano, confirmando así que el Coliseo se construyó con el botín de guerra y el saqueo del Templo de Jerusalén.
Según Josefo, el templo mismo estaba cubierto por todos lados con enormes placas de oro, y apenas salía el sol irradiaba un destello tan intenso que las personas que se esforzaban por mirarlo se veían obligadas a protegerse los ojos.
Este mismo botín saqueado de Judea se representa claramente en otro monolito que aún se conserva en Roma, aparte del Coliseo, y que es objeto de una interesante y novedosa investigación.
El Arco de Tito, de mármol, fue construido en el año 81 DC. por el emperador Domiciano para celebrar la victoria y el desfile triunfal de su hermano Tito, general del ejército conquistador, hijo y sucesor del emperador Vespasiano.
Un proyecto actual del Centro de Estudios de Israel de la Universidad Yeshiva llevó a cabo una nueva investigación de los principales paneles en relieve del arco, que revelan el desfile triunfal del año 71 DC. y la deificación de Tito.
En el panel más conocido, los soldados romanos llevan en desfile el botín del Templo de Jerusalén, compuesto por la menorá, la mesa de los panes de la proposición y las trompetas, que luego se almacenaron en el Templo de la Paz de Roma.
El profesor Louis Feldman, de la misma universidad, también registra una antigua historia según la cual el Coliseo fue construido con mano de obra judía.
Cree que esto podría provenir de la afirmación romana de haber tomado 97.000 judíos cautivos en la revuelta tras la destrucción del Segundo Templo.
Esto refuerza aún más la evidencia arqueológica de que el Coliseo se construyó con los tesoros y recursos humanos del Segundo Templo.