
Poncio Pilato
La Biblia fue la única fuente identificada que mencionaba a Poncio Pilato como gobernador de Judea. Por ello, muchos cuestionaron si realmente ocupó ese cargo hasta 1961, cuando el arqueólogo italiano Dr. Frova descubrió un bloque de piedra caliza mientras excavaba un antiguo teatro cerca de Cesarea Marítima. Aunque la inscripción había sido parcialmente removida, se conservaba suficiente de su escritura latina, que al ser traducida mostraba: Poncio Pilato, Prefecto de Judea, tal como lo definió el evangelista Mateo.
Cabe recordar que «Prefecto» es el título en latín y «Gobernador» su equivalente en español. Esta evidencia arqueológica de Poncio Pilato constituyó una sólida confirmación de la historicidad de la Biblia.
Este bloque de 600 mm por 900 mm (2 pies x 3 pies) fue descubierto reutilizado como bloque de construcción en un proyecto de renovación del siglo IV, sin embargo, era un auténtico monolito del siglo I, obviamente escrito para celebrar la erección y devoción de Pilato de un Tiberio, un templo para alabanza de Tiberio César, el emperador romano durante el mandato de Pilato sobre Judea.
El 29 de noviembre de 2018, se difundió la noticia del descubrimiento de un anillo de aleación de cobre en Herodión, la fortaleza montañosa de Herodes el Grande, con el grabado de Poncio Pilato en griego. El anillo fue descubierto por el profesor de la Universidad Hebrea Gideon Foerster y se habría utilizado para sellar documentos.
Sin embargo, recientemente fue limpiado para revelar su grabado.
Su aparición en Herodión es descrita por el editor de Biblical Archaeology Review, Robert Cargill. Sabemos que Pilato utilizó los antiguos palacios de Herodes el Grande como residencias tanto en Cesarea como en Jerusalén. Pilato restauró Herodión, que continuó activo durante su reinado.
Según el relato tradicional de su vida, Pilato fue protegido por Sejano; sin embargo, sufrió la enemistad de los judíos en la Judea y Samaria ocupadas por los romanos al insultar su perspicacia religiosa, como cuando colgó imágenes del emperador por toda Jerusalén y mandó acuñar monedas con símbolos paganos.
Tras la caída de Sejano (31 d. C.), Pilato fue objeto de duras críticas por parte de algunos judíos, quienes podrían haberse aprovechado de su vulnerabilidad para obtener la pena de muerte legal contra Jesús (Juan 19:12).
Los samaritanos denunciaron a Pilato ante Vitelio, legado de Siria, tras su ataque en el monte Gerizim (36 d. C.).
Posteriormente, fue llamado de vuelta a Roma para ser juzgado por crueldad e injusticia, especialmente por la acusación de haber ejecutado a personas sin un juicio adecuado.
Según la Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesarea, Pilato se suicidó por orden del emperador Calígula.
Aunque al principio se cuestionó la posición y el título de Pilato, ahora hay suficiente evidencia arqueológica de Poncio Pilato para sostener que él era quien la Biblia declara que realmente era.