
Las serpientes tenían patas
Cuando Eva cometió un error y habló con la serpiente en el Jardín del Edén, esta tenía patas. La primera serpiente de cuatro patas reconocida del mundo, hallada en Brasil, demuestra que las serpientes caminaban a pie, en lugar de arrastrarse sobre el estómago. A continuación se presenta la evidencia arqueológica de que las serpientes tienen patas.
El fósil había permanecido en una colección personal durante varios años antes de que llamara la atención de David Martill, miembro del grupo de la Universidad de Portsmouth. Las características particulares de la piedra caliza que albergaba el fósil, así como el singular color marrón anaranjado de los huesos, sugieren que provenía de una zona específica del noreste de Brasil.
Aunque los evolucionistas afirman que las serpientes se originaron a partir de lagartos marinos, el nuevo descubrimiento desenmascara la antigua teoría, y ahora afirman que este suborden podría haber «progresado» a partir de antepasados excavadores, en lugar de marinos.
En resumen, la serpiente siempre ha sido un animal terrestre que parece haber degenerado hasta perder las patas (en tierra) y, de hecho, sigue siendo, como concluyen los investigadores, un antepasado de las serpientes modernas.
Afirman que el fósil conserva numerosas funciones tradicionales de las serpientes, como un hocico corto, una caja craneana larga, un cuerpo alargado, escamas, dientes con colmillos y una mandíbula versátil para tragar presas grandes.
Asimismo, conserva la estructura vertebral común en las serpientes modernas, que le permite la gran versatilidad necesaria para contener a sus presas. La principal y evidente distinción reside en las cuatro extremidades del Tetrapodophis.
La única distinción entre esta serpiente antigua y la contemporánea son las patas.
Con este descubrimiento, tanto los evolucionistas como los seguidores de la Biblia coinciden en que las serpientes originalmente tenían extremidades.
Las pitones y las boas tienen patas traseras, por lo que es lógico deducir que descienden de un animal con algún tipo de patas traseras.
En la Biblia, Dios ordenó que la serpiente se arrastrara sobre su vientre (Génesis 3:14) por haber engañado a la humanidad:
Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo consumirás todos los días de tu vida. (Génesis 3:14)
Durante años, quienes dudaron cuestionaron el relato bíblico. En cuanto a la serpiente, el único avance es la perspectiva evolucionista.
Ahora nadie puede rechazar el relato bíblico: las serpientes tenían patas.
¿Qué harán ahora? Según ellos, las piernas desaparecieron por decisión natural, mientras que la Biblia afirma que desaparecieron porque Dios maldijo a este animal por haber sido poseído por Satanás al engañar a Eva.
En el pasado, la evidencia fósil era incierta y se encontraba en una situación de gran incertidumbre.
Un fósil, descubierto en el Líbano, data de una época en la que las serpientes aún no habían perdido por completo las extremidades traseras que dejaron (según se cree) sus antepasados lagartos.
La serpiente de cincuenta centímetros (Eupodophis descouensi) se encuentra entre los tres fósiles de serpientes que conservan sus patas traseras; ahora, con el reciente descubrimiento de la Tetrapodophis amplectus, ya no existe la preocupación de que las serpientes tuvieran patas.