La inscripción de Nazaret

  • Дом

La inscripción de Nazaret

Tras la Resurrección de Cristo, Claudio César promulgó un decreto que obligaba a dejar de extraer cuerpos de las tumbas de Judá. 

Sin reconocerlo, estaba validando la Resurrección de Cristo.

Exploremos la evidencia arqueológica de la Inscripción de Nazaret.

La Inscripción de Nazaret constituye una sólida prueba extrabíblica de que la Resurrección de Cristo ya se anunciaba poco después de su resurrección. 

Se trata de una placa de mármol de 61 x 38 cm, escrita en griego. 

Dado que el descubrimiento se dio a conocer en 1930, ningún erudito ha aportado pruebas que nieguen la credibilidad de la evidencia arqueológica de la Inscripción de Nazaret. Se trata de un decreto abreviado del emperador Claudio (41-54 d. C.), que dictaba la pena de muerte en Israel para cualquiera que fuera sorprendido robando cadáveres de lugares de enterramiento.

Se refiere específicamente a las «sepulturas que sellaban tumbas», un tipo singular utilizado en Israel.

Este «Decreto de César» se considera un rescripto real, con fuerza de ley. Los rescriptos abordaban habitualmente cuestiones jurídicas, espirituales o políticas poco comunes que surgían en un área específica. 

El texto encaja tanto con el diseño como con la estructura de otros rescriptos de Claudio.

Mateo registra una de las primeras reacciones a los informes sobre la resurrección de Jesús. Las autoridades judías inventaron la mentira de que los discípulos se habían llevado el cuerpo (Mateo 28:13). 

Su objetivo era difundir una versión alternativa que explicara por qué el cuerpo había desaparecido y la tumba estaba vacía. La Inscripción de Nazaret probablemente sea la reacción romana a ese mismo asunto.

En su discusión con un judío no creyente, Justino Mártir (100-165 d. C.) también describe estos primeros esfuerzos por racionalizar la tumba vacía de Jesús:

Sin embargo, no solo no se han arrepentido después de enterarse de que Él ascendió de entre los muertos, sino que, como dije antes, han enviado a personas escogidas y ordenadas por todo el mundo a anunciar que una herejía impía e ilegal surgió de un tal Jesús, un engañador galileo, a quien crucificamos, pero sus discípulos lo sacaron de noche del sepulcro, donde yacía al ser desprendido de la cruz, y ahora engañan a la gente afirmando que Él realmente ascendió de entre los muertos y ascendió al cielo.

La evidencia arqueológica de la Inscripción de Nazaret exige que quienes dudan profundicen en las dos importantes perspectivas contrapuestas sobre el tema: creer en la Resurrección de Cristo o pensar que sus discípulos sacaron su cuerpo de la tumba para cometer una fantástica estafa espiritual. 

El relato de la Resurrección de Cristo fue difundido inicialmente por los propios apóstoles, según las Escrituras, y no fue una invención posterior de los cristianos de la época postapostólica. 

El grabado constituye una prueba excepcional que valida este hecho y evoca la declaración de Pablo: 

“Si Cristo no resucitó… vana es también vuestra fe” (1 Corintios 15:14).

Информация